La más fogosa de todas las Lynn

Contra lo que pudiera parecer, dada la coincidencia de sus apellidos y su semejanza física, Amber Lynn no es hermana de Ginger Lynn. Ambas comenzaron sus carreras a la vez, llegaron a posar juntas en 1986 para la revista «High Society» bajo el título de «las hermanas pecadoras» e inauguraron la saga de las Lynn, el apellido más utilizado como seudónimo en los años de gloria del porno americano. Sí es realmente hermana del actor Buck Adams, con quien se negó a compartir durante toda su carrera una escena de sexo pese al morboso interés incestuoso de los productores, aunque, eso sí, participó como actriz en una película dirigida por su hermano. En compañía de Buck, Amber Lynn creció con su padrastro, en una familia pobre de California, que acogió en adopción a los dos hermanos tras la prematura muerte de sus padres y que no les proporcionó educación alguna.

Cuando Buck llegó al porno, después de haber sido boxeador, Amber ya era una estrella indiscutible. Tras dos años posando para revistas eróticas, conoció una noche a Althea Flint, la mujer del editor de Hustler, quien la animó para que probara suerte en el cine X. Muy pronto se desvelaría como una de las más fogosas actrices del momento, sobre todo en las escenas de sexo oral. Junto a sus amigas Ginger y Porsche compartió el apellido más conocido del porno americano en la década de los 80, época en la que eran conocidas como las “tres Lynn”. Su apasionado romance con Jamie Gillis (solían acudir a los cines donde se proyectaban sus películas para hacer el amor en la platea) contribuiría a aumentar su imagen de mujer insaciable, así como su compulsiva adicción a las drogas, que la obligó a recluirse en varias ocasiones en un centro de rehabilitación. Después de la retirada de Ginger Lynn y Traci Lords, Amber ocupó el trono como reina del vídeo porno. Aunque por poco tiempo. Dejó el porno en 1987 para dedicarse al baile erótico, una profesión que le reportaba 25.000 dólares por semana, en compañía de la que entonces era su pareja, la también actriz X Tracey Adams.

Amber Lynn.

Tras romper con Tracey, volvió un par de veces al porno: en 1995 para intervenir en una película de temática lésbica y en 1999 para participar de la fiebre de los regresos de las grandes divas de los 80, junto a Marilyn Chambers y Ginger Lynn. En esa época, acuciada por los problemas económicos, aceptó participar en escenas en las que practicaba modalidades sexuales que jamás había mostrado en toda su carrera, como el sexo anal o el sadomasoquismo. Un año más tarde, en noviembre de 2000, anunció su retorno al sexo en vivo a través de una página de Internet. Obsesa de la preparación física, posee un gimnasio en su lujosa casa de San Fernando Valley y fue la primera actriz porno que apadrinó una organización en favor de los niños desfavorecidos, un hecho que dichas entidades sólo habían aceptado en actrices de cine convencional. Tras su retirada definitiva del porno, Amber se sometió a una cura de desintoxicación para resolver sus problemas con el alcohol, tras la cual estuvo acudiendo a Alcohólicos Anónimos. Sanada de su adicción, Lynn es asesora de diversas asociaciones que combaten el alcoholismo.

Deja un comentario