Fantasías de noche

La primera película X del antiguo realizador de vídeos soft Andrew Blake supuso una revolución en el género sólo comparable a la que había producido, 17 años antes, el estreno de ‘Garganta profunda’. ‘Fantasías de noche’ cambió la historia del porno y su legado perdura hoy en día.

Night Trips. EEUU. 1989.

Actores: Tori Welles, Porsche Lynn, Randy Spears, Victoria Paris, Peter North, Ray Victory, Jamie Summers, Tanja de Vries, Marc de Bruin.

Producción: Patti Rhodes, Art Bloom, Howard Klein y Andrew Blake.

Dirección: Andrew Blake.

A finales de la década de los 80, el porno norteamericano había iniciado una peligrosa curva descendente desde su cima, en la edad de oro de su consolidación como género cinematográfico. Herida todavía por las repercusiones del escándalo de Traci Lords y falta de alternativas con las que sorprender al público, la industria de cine X bastante hacía con sobrevivir gracias a los bajos costes que el hegemónico soporte de vídeo había impuesto a las películas.

En este desolador paisaje apareció Andrew Blake, un exquisito realizador y director de fotografía que se había curtido en las ediciones videográficas de la revista Playboy filmando episodios softcore con algunas de las más bellas «conejitas» de la popular revista. Blake decide dar el salto al cine X, algo que sus compañeros de profesión en la publicación de Hugh Hefner habían rechazado, con el propósito de reproducir en el porno los mismos esquemas narrativos que tanto éxito habían dado a los vídeos de Playboy. Este salto mortal incluía, además, rescatar para el cine X el soporte de 35 mm., que aseguraba una calidad de imagen y una nitidez fotográfica muy superior a la que entonces concedía el vídeo, pero que, evidentemente, suponía un mayor coste de producción.

La productora Caballero asumió el proyecto de Blake para financiar ‘Fantasías de noche’, una especie de remake de ‘Sueños de noche’, el filme que había servido a Rinse Dream para debutar en el porno ocho años antes y que había sido incomprendido por el público a causa de su carácter vanguardista. Sobre esta base argumental, Blake realizó un filme que ha trascendido más allá de sus innegables valores cinematográficos.

Acuñó un estilo, que más tarde se denominaría «X Chic», cuyas principales características son una esmerada fotografía, una exquisita puesta en escena, una ambientación de lujo, unos intérpretes con cuerpos de ensueño, una música relajante y un montaje final en el que se eliminaban sintomáticamente los cambios de postura en las escenas sexuales. El porno, así, se aproximaba a la estética del vídeo-clip al poder incluir, en una misma película, diferentes fragmentos relacionados entre sí por un marco argumental muy general.

Las consecuencias de esta nueva era del porno fueron inmediatas y perduran todavía trece años después del estreno de ‘Fantasías de noche’. La industria del cine X descubrió que se podía hacer un porno más amable, sin perder un ápice de mordacidad sexual, para que fuera contemplado en pareja, al reproducir un mundo irreal en el que la acción transcurre de manera casi coreográfica. El detonante de dicho descubrimiento fue el triunfo que ‘Fantasías de noche’ obtuvo en la edición de 1990 del Festival de Cine de Houston, uno de los más prestigiosos de la industria. Ese mismo año, la película de Blake también barrió en la ceremonia de los AVN Awards, los Oscar del porno, pero eso no fue lo más relevante. Lo realmente significativo es que ‘Fantasías de noche’ creó una corriente dentro del porno que se ha ido extendiendo a lo largo del tiempo y que ha convertido a esta representación de los transtornos oníricos de una mujer en el filme X más importante de la historia desde ‘Garganta profunda’.

VICTORIA PARIS, DEL BARRO AL CIELO

Dotada de unos espectaculares pechos no manipulados quirúrgicamente, Victoria Paris fue una de las actrices más sobresalientes del renacimiento del porno americano. Original de Montana, trabajaba como secretaria cuando su curiosidad la arrastró hacia la lucha de barro, espectáculo en el que estuvo trabajando durante un año. En 1988 haría su debut en el porno y, hasta su retirada en 1995, participó en unas 150 películas, algunas de ellas en Europa, entre las que destacan ‘Sexo tras el cristal’, de Michael Craig, ‘Camaleón’, de John Leslie, y ‘Las aventuras de Buttman’, de John Stagliano. Con su amiga Ashlyn Gere formó una de las parejas más tórridas del baile erótico en los circuitos de striptease hasta su definitiva retirada del mundo del espectáculo, a finales de la década de lo 90.

SINOPSIS ARGUMENTAL

Una mujer que padece transtornos del sueño se somete a una revolucionaria terapia bajo la supervisión de un médico y una psicóloga. Tendida en un diván y con un complejo entramado de electrodos conectado a las partes más sensibles de su cuerpo, la pareja de científicos podrá observar en un monitor los sueños de Tori. En ellos, la mujer se muestra como observadora de los juegos amorosos de una pareja de amantes, retoza con un fornido culturista y participa activamente en un trío lésbico. A medida que el tratamiento da sus frutos, los médicos optan por que Tori vea sus propios sueños en el monitor para descubrir sus ocultas fantasías. Y en estas tendrá un papel protagonista el propio galeno.

Publicado en Interviu, dentro de la colección ‘Las mejores películas del cine X’, en abril de 2002.