Anytime, Anyplace

Kirdy Stevens mostró en «Anytime, any place» el reverso de la imagen glamurosa que se había labrado Seka durante los cuatro años en que se había convertido en «la mujer total de los ochenta», a través de un filme sobre un triángulo amoroso marcado por los robos y la huida.

Anytime, Anyplace. EEUU. 1982.

Actores: Seka, Mike Ranger, Jesse Atlanta, Nicole Noir, Tara Flynn, Lee Carol, William Margold.

Producción: Helen Terrie.

Dirección: Kirdy Stevens.

Gracias a una hábil campaña publicitaria ideada por su mánager, Dorothy Patton, una mediocre actriz secundaria de películas X, se convirtió de la noche a la mañana en Seka, «la mujer total de los ochenta». Ocurrió casi por casualidad, cuando Patton conoció a un maquillador que la persuadió para cambiar su físico apocado por el de una especie de diva intelectual, le aconsejó tomar lecciones de locución, aprender a cantar y bailar, leer a los clásicos ingleses y norteamericanos, y que su vestuario sólo estuviera compuesto por ropas de diseñadores de última moda. Además, Seka se decidió a aceptar sólo aquellos papeles en los que interpretaba a mujeres dominantes, como un añadido ideológico, de claro matiz progresista al mito que arrastraba: el de convertirse en el puente entre el cine convencional y el porno.

Durante cuatro años, Seka se labró esa imagen gracias a la complicidad de los medios de comunicación norteamericanos, que le dedicaron entrevistas y reportajes, y a una cuidada selección de papeles, muy acorde con lo que transmitía la actriz dentro y fuera de los platós. Pese a ello, varios directores intentaron hacer con Seka lo que Blake Edwards había hecho con Julie Andrews en ‘S.O.B’, mostrar en la pantalla el reverso de la gran superestrella del género en un personaje completamente contrapuesto a su propia imagen pública. El primero que lo consiguió fue Kirdy Stevens, el exitoso realizador de la serie «Taboo», al ofrecerle el protagonismo de ‘Anytime, Anyplace’, un drama romántico escrito por Helen Terrie en el que una mujer enamorada de un expresidiario se ve envuelta en un triángulo amoroso en medio de una huida hacia ninguna parte.

Flanqueada por tres actrices que no podían oscurecer su brillo, Seka aceptó el reto para brindar a su ingente legión de seguidores una de las actuaciones dramáticas más esplendorosas de su carrera. La actriz de Virginia se aleja en esta película de su glamurosa imagen de diva intocable para sumergirse en un espiral de robos y escapadas que, por añadidura, contiene un buen número de escenas eróticas en las que Seka demuestra el porqué de su bien merecida fama.

EL ESCASO RECORRIDO DE LAS «ROAD-PORN»

Se conoce como «road-movie» a aquellas películas en las que los protagonistas viven en la carretera, en continuo tránsito hacia un destino que muchas veces no conocen, y que alcanzaron su plenitud en la contracultural ‘Easy rider’, dirigida por Dennis Hopper a finales de los sesenta, un filme que cambió el sistema de producción de Hollywood. Aunque el cine X nació de los mismos presupuestos transgresores que empujaron a Hopper a realizar ‘Easy rider’, la historia ha demostrado que el porno es un género cinematográfico primordialmente estático, en el que las «road-porno», o pornos de carretera, no funcionan demasiado bien cara al espectador. Pocos ejemplos nos ofrece el cine X de películas en las que los protagonistas vaguen sexualmente en busca de su destino o huyendo de algo, más allá de esta ‘Anytime, anyplace’, ‘La frontera’, de Paul Thomas, ‘American Pie’, de Jeffrey Fairbanks, o la estrafalaria ‘Neon Nights’, de Cecil Howard.

MIKE RANGER

Aunque su fama no haya alcanzado la de algunos de sus contemporáneos, como John Leslie, Paul Thomas o Jamie Gillis, Mike Ranger es una de las leyendas de la edad de oro del porno norteamericano, gracias a su participación en películas como ‘Ultraflesh’, de Svetlana, ‘Furor insaciable’, de Godfrey Daniels, o ‘Taboo’, de Kirdy Stevens. Ranger debutó en el cine X en 1974 como protagonista de loops y pornos de bajo presupuesto, para pasar seis años de su vida interpretando pequeños papeles en filmes menores y bajo diferentes seudónimos. El reconocimiento le llegaría a partir de 1980, cuando alcanzó papeles protagonistas que propiciarían que crítica y público lo considerasen algo más que un actor de buena planta. Su noviazgo con la exmodelo de Penthouse Loni Sanders lo convertirían en un personaje popular en la industria hasta su retirada, en 1985, con más de 150 películas sobre sus espaldas.

Publicado en Interviu en mayo de 2004.