Wild Things

Pionero en la dirección de películas X en los Estados Unidos, Alex de Renzy supo adaptarse a los nuevos tiempos con películas episódicas, en las que mostraba su capacidad de fabulación y su dominio de la cámara. “Wild Things” es un buen ejemplo del buen hacer del director.

Wild Things. EEUU. 1986.

Actores: Christy Canyon, Ali Moore, Tess Ferre, Kimberly Carson, Patti Petite, Billy Dee, Herschel Savage, John Leslie.

Producción: Alex de Renzy.

Dirección: Alex de Renzy.

Alex de Renzy es, para todos los que, de una manera u otra trabajan en la industria del cine X norteamericano, una especie de padre espiritual de todos aquellos que se dedican al porno. Él rescató las pioneras películas sobre las costumbres sexuales de los daneses y los “smoke films” o cortometrajes licenciosos que se filmaron en los Estados Unidos durante la época de la prohibición. De Renzy fue, además, un extraordinario realizador en la década de los setenta, pero su cine hubo de adaptarse a los nuevos tiempos a partir de mediados de los años ochenta, cuando el cine X cayó en desgracia para la Administración republicana y sufrió su más agria persecución.

Alex de Renzy sobrevivió a los malos tiempos con películas estructuradas en viñetas, un avance de lo que luego serían los filmes de X–Chic, pero tamizados por la estética dominante en sus tiempos. Uno de los mejores ejemplos en “Wild Things”, una película organizada en cinco historias independientes en las que podemos asistir a diferentes tipos de relación sexual, desde el amor entre dos mujeres hasta las fantasías más ocultas de una pareja. Y, como en todo el cine de Renzy, el viejo maestro demuestra que, ante todo, fue un excelente director de cine que trasladó todo su saber a las películas con sexo explícito.

“Wild Things” se rodó a comienzos de 1986, unos meses antes de que el FBI descubriera que Traci Lords había participado en más de medio centenar de películas siendo menor de edad. De hecho, Traci tuvo una participación en el filme, en una sexta viñeta en la que mantenía una curiosa relación de carácter clasista con Jaime Gillis. Pero la acusación de pedofilia que surgió contra la industria cuando se supo la verdadera edad de Lords hizo que la sexta historia de “Wild Things” quedara en el olvido por culpa de la legislación norteamericana. Pese a dicha privación, el filme de Alex de Renzy se conserva hoy en día como uno de los grandes clásicos que dio el porno en la segunda mitad de los años ochenta, la época más problemática para la historia del género.

CHRISTY CANYON

Nacida en Pasadena el 17 de julio de 1966, Christy Canyon inició, en 1984, una prometedora carrera como secundaria del cine X que se vería truncada por primera vez por culpa de su noviazgo con un ejecutivo de la productora Paradise Visual. Pasó cuatro años trabajando como recepcionista y bibliotecaria hasta que, en 1989, volvió al porno con su propia productora. Entre 1989 y 1993, Canyon daría lo mejor de sí en la pantalla, en el momento de la resurrección de la industria, principalmente en los filmes dirigidos por Paul Thomas. Como las leyendas del toreo, Christy volvió a retirarse en el punto más álgido de su fama para retornar, en 1995, gracias a un contrato en exclusiva con la Vivid. En julio de 1996, su último matrimonio, con Jeremy Stone, editor de la revista Adam Film Word, la forzaría a un último abandono de los platós, esta vez definitivo. Actualmente sigue casada con Stone, con quien vive en un barrio residencial de Los Ángeles, y gana medio millón de dólares al año haciendo «striptease» en clubes selectos.

ALEX DE RENZY

Alex de Renzy fue el principal ariete para derribar el portón de la censura que atrapaba al porno americano, pero, al revés que otros pioneros, no se quedó en el quicio esperando que otros sacaran provecho de un campo que él había labrado con su esfuerzo. A partir de 1971, comenzó una fructífera carrera como director de cine X que se prolongaría, con más de un centenar de títulos, hasta 1996, cinco años antes de su fallecimiento, en junio de 2001, víctima de un cáncer de hígado. Durante 25 años, Alex de Renzy supo adaptarse a las exigencias de la industria, desde el porno de autor de los 70 hasta los filmes hechos en vídeo en los 90, pasando por las cintas de “viñetas” de los 80, hasta completar el medio millar de títulos, muchos de ellos de temática 100 % sexual que firmó con el sobrenombre de Rex Borsky.

Publicado en Interviu en febrero de 2006.

Satisfiers of Alpha Blue

El mítico realizador Gerard Damiano realizó en 1980 esta parábola futurista que ha pasado a la historia del cine X como uno de los filmes más significativos para ilustrar su concepción del sexo y que permanece viva más de 20 años después de su realización por su insólita atmósfera.

Satisfiers of Alpha Blue. EEUU. 1980.

Actores: Richard Bolla, Herschel Savage, Lysa Tatcher, Sharon Mitchell, Annie Sprinkle, Hillary Summers, Tiffany Clark, George Payne, Jody Maxwell, Ron Hudd, Scott Mallory, Maria Tortuga, Monique, Holly Page, Michael Morrison, Lee Carroll, Coral Cie, Carlyn Sand, Lynx Cannon, Erica Eaton, Jeanne Montanan, Jann, Cookie French, Lindy, Marilyn Gee, Chantell, Ted Devin, Bill McKean, Blake Palmer.

Producción: Gerard Damiano.

Dirección: Gerard Damiano.

Pese a que su nombre figura con letras de oro entre los pioneros del cine X norteamericano, la carrera como realizador de Gerard Damiano inició una cuesta abajo a finales de la década de los 70 a causa de las exigencias del público. Cansado de las películas «de autor», de las que el director de Nueva York fue el máximo exponente, el espectador quería ver en las pantallas filmes que le contaran historias menos intelectuales y más cercanas al cine comercial no pornográfico.

A partir de 1978, Damiano intentó reciclar su cine adaptándolo a los gustos del público, pero sin abandonar su personalísima concepción del erotismo. El propio director ha declarado en alguna ocasión que su motivación para hacer películas X no ha sido nunca económica, sino el deseo de transmitir a sus contemporáneos su pasión por el erotismo.

Fruto de ese deseo, Gerard Damiano realizó en 1980 una de sus películas favoritas y la que significaría un puente entre su anterior filmografía y la que desarrollaría en los años venideros. ‘Satisfiers of Alpha Blue’ ofrece una visión idílica y burlona del futuro (algún año del actual siglo XXI) en el que los problemas humanos han desaparecido y los hombres y las mujeres tienen mucho más tiempo para disfrutar del sexo. La película pone en escena a las «satisfacedoras», unas mujeres genéticamente programadas para proporcionar placer sexual a los hombres y cuya incardinación en la historia resulta completamente creíble.

Damiano reconoció en una entrevista a la revista Hot Video que ‘Satisfiers of Alpha Blue’ era una de las películas de las que más se sentía orgulloso, porque ejemplifica su visión del cine X: «para mí, lo más importante en mis películas consiste en crear una situación donde el sexo intervenga de manera natural. Las historias en las que la muchacha le hace una mamada al tipo de la tienda de ultramarinos porque no tiene dinero no tienen ningún sentido. ¡Y son tantos los filmes basados en ese principio!».

Así, ‘Satisfiers of Alpha Blue’ se convirtió en una declaración de principios de la filosofía sexual de su realizador, quien incluso, según algunos críticos, introduce en la historia un elemento romántico a causa de sus convicciones católicas. Un romanticismo que, en medio de esta delirante y excitante cinta, resulta hasta irónico.

LA MUJER OBJETO

Según un sector de la crítica norteamericana, ‘Satisfiers of Alpha Blue’ es una de las películas X más detestadas por la población femenina. Al escenificar el futuro femenino en forma de «satisfacedoras» al servicio del hombre, Damiano tropezó con la incoprensión de los expertos, que vieron una buena dosis de machismo en dicho gesto. Sin embargo, la trayectoria de Damiano no es nada sospechosa de machismo, ya que en sus anteriores películas la mujer ocupaba un papel casi dominador con respecto al hombre. Lo que hizo en realizador neoyorkino en este filme fue adelantarse a su tiempo al retratar un papel, el de la mujer, que el cine porno acabaría relegando a mero objeto, como el tiempo se ha encargado de demostrar. Para muestra de ese vaticinio, basta con echar un vistazo a los filmes contemporáneos «gonzo» de Max Hardcore, Rocco Siffredi o Christophe Clark, en los que el papel de la mujer es solamente el de instrumento placentero.

HERSCHEL SAVAGE

El único hombre del futuro que todavía cree en el amor fue interpretado en ‘Satisfiers of Alpha Blue’ por Herschel Savage, uno de los actores mejor considerados en la industria por su respeto hacia los compañeros de trabajo. Nacido en 1955, Savage, de ascendencia judía, entró en el mundo del porno en marzo de 1976 por recomendación de su amigo Richard Bolla, después de haber sobrevivido unos años en el off-Broadway. Pronto, su apariencia de normalidad le hizo ganarse el favor de la critica y el público y se convirtió en uno de los actores más apreciados del circuito. Hasta su retiro, en 1988, participó en más de 500 películas, entre ellas ‘Debbie Does Dallas’, ‘Amanda de noche’ y ‘Pretty Peaches 2’. Nueve años después volvería al porno, en la misma forma que lo dejó y todavía permanece en activo.

Publicado en Interviu en septiembre de 2002.

Piel de melocotón 2

Nueve años después de ‘Pretty Peaches’, una de las películas más representativas de la década de los 70, Alex de Renzy filmó su segunda parte. ‘Piel de melocotón 2’ incide en la visión irónica de la familia como institución y en la curiosidad como método de aprendizaje sexual.

Pretty Peaches II. EEUU. 1987.

Actores: Siobahn Hunter, Tracey Adams, Herschell Savage, Ron Jeremy, Melissa Melendez, Janette Littledove, Ashley Brown, Tami White, Jamie Gillis, Buck Adams, F.M. Bradley.

Producción: Alex de Renzy.

Dirección: Alex de Renzy.

Curtido en la industria gracias a su experiencia como realizador de películas soft, Alex de Renzy hizo su entrada triunfal en el cine X con ‘A History of a Blue Movie’, la más famosa recopilación de material añejo de la historia del género. Pero las inquietudes de quien sería considerado “el Darryl F. Zanuck del porno” irían más allá. En 1978 filmó el despertar sexual de una adolescente en su periplo por la América profunda en lo que sería una de las más irónicas e irreverentes críticas a la institución familiar del cine X americano. ‘Pretty Peaches’, que era también el nombre del personaje principal del filme, se convertiría en el referente para toda una serie de cintas sobre el viaje iniciático hacia el sexo en la débil frontera que separa la adolescencia de la juventud.

Los años de gloria de Renzy fueron los 70. La década siguiente fue regresiva para el realizador americano, obligado al paro forzoso durante más de tres años. No fue hasta 1987 cuando Alex de Renzy resurgió de sus cenizas al rescatar el hilo de su mayor éxito como director para crear la saga ‘Pretty Peaches’. Retirada Desiree Cousteau, protagonista de la primera entrega, el director rechazó la idea de la secuela para convertir las nuevas aventuras de Peaches en una recreación del filme rodado nueve años atrás. Confió el papel protagonista a la alegre Siobahn Hunter y realzó los personajes secundarios. La fórmula resultó tan exitosa que, dos años más tarde, repitió en ‘Pretty Peaches III’, con la actriz de origen hispano Keisha en el papel principal.

La segunda entrega de ‘Pretty Peaches’ se tituló en España ‘Piel de melocotón 2’. Al revés que en su precedente, las andanzas de Peaches en busca de una educación sexual de corte autodidacta conforman una película coral, en la que los padres de la joven (Tracey Adams y Herschell Savage) realizan su propio viaje a la búsqueda de la compenetración marital con la excusa de la fuga de su hija. Reducida al ámbito familiar, la insólita fauna que pasea por la cinta es una curiosa colección endogámica de pervertidos en la mejor versión del cine de Renzy.

Pero los ochenta ya no son tiempos de orgías y el incesto ha vuelto a convertirse en tabú por mor de la moral republicana. ‘Piel de melocotón 2’ juega con la ambigüedad de la atracción edípica sin llegar a consumarla. Todo el sexo se escenifica en familia pero dentro de un relativo orden. Y eso que los personajes que encuentra Peaches en su particular camino son de lo más estrafalarios. Desde su tío Howard, todo un monumento pornográfico a la estética kitsch hasta la presunta abuela voyeur transvestida en un hombre y que resulta ser la iniciadora de la curiosa chica protagonista. Todos ellos, envueltos en una historia en la que la palabra tiene más importancia de la que se supone para un porno, conforman una película divertida y fresca, irreverente y valiente, que resucita para el cine X de los 80 el ambiente libertino y sensual de sus primeros tiempos.

SIOBAHN HUNTER, EL SEXO QUE RIE

La neoyorkina Siobahn Hunter trabajaba en espectáculos de sexo en vivo y como bailarina de striptease cuando fue descubierta por Henri Pachard, quien la convenció para que se integrara en la industria del cine X. Siobahn se trasladó a la costa oeste a finales de 1985 y debutó en el género en ‘Sex Crime 2084’, una cinta de ciencia-ficción dirigida por Chuck Vincent. Desde su entrada en la industria, en la que trabajó también con el nombre de Kim Wong, Hunter hizo gala de un excelente sentido del humor y una insólita capacidad para la comedia. Su carácter risueño y jovial se plasmó en algunas de sus mejores interpretaciones, como ‘The Oddest Couple’, de Henri Pachard, ‘Piel de melocotón 2’, de Alex de Renzy, y ‘Enfermeras del turno de noche’, de John Leslie. En 1989 se retiró del cine X después de haber intervenido en más de un centenar de películas y de haber dejado una huella de alegría en un género tan necesitado de la risa.

SINOPSIS ARGUMENTAL

Después del divorcio de sus padres, Peaches vive con su madre, una espléndida mujer que, sin embargo, no le permite traer a sus amigos a casa. Pese a sus ganas, Peaches es una inexperta en el sexo, por lo que decide visitar a su padre para que éste le aconseje sobre cuál es el mejor camino para aprender. En su empeño, decide marchar a San Francisco a visitar a su tío Howard, un extraño libertino que vive en una mansión rodeado de antigüedades. En la casa, Peaches entra en contacto con Krista, una enigmática joven que promete ayudarla. Mientras tanto, sus padres marchan en busca de la joven ante el temor de que haya sido pervertida por Howard. Sin embargo, Peaches, tutelada por Krista, ha ido aprendiendo los secretos del amor en un burdel chino, donde encuentra a su primer novio como cliente. El aprendizaje llega a su fin cuando la joven logra consumar las relaciones con su novio. Pero todo será un mal sueño.

Publicado en Interviu, dentro de la colección ‘Las mejores películas del cine X’, en septiembre de 2000.