La heroína del cuerpo perfecto

Hija de John Tanguay, un militar del ejército americano destinado en diversos lugares del mundo, Barbara Tanguay tuvo una adolescencia nómada: nació en Westbrook, Maine, en 1963, vivió en su estado natal, Portland y Alemania, y se estableció junto con su familia en Fort Lauderdale, Florida, cuando tenía 16 años. Allí, gracias a una amiga, entró en contacto con el mundo del baile erótico y, a los 18 años, ya estaba trabajando como stripper en varios clubes de Florida. Durante los meses en los que trabajó desnudándose a cambio de suculentas propinas enganchadas en sus bragas, Barbara conoció a gente relacionada con la industria del cine X y, atraída por su peculiar forma de vida, se mudó a California para convertirse en estrella del porno, en compañía de John Derringer, con quien se había casado unos meses antes.

En su primer día de rodaje, cuando le preguntaron con qué nombre quería figurar en los créditos de la película, vio en el set de ‘The Case of Serious Sinners, la película con la debutaría en el cine X, la portada del sexto disco del dúo estadounidense Steely Dan, titulado ‘Aja’, y pensó que aquel era un buen seudónimo para triunfar en el porno. Un ‘Aja’ que, por cierto, se pronuncia de forma similar a «Ashia» y no como esa expresión castellana tan utilizada para dar la razón a alguien que te habla aunque no te interese lo que está diciendo.

Aja.

No se equivocó, porque Aja, alta (cerca de 170 centímetros de estatura) y con un físico estilizado, digno de una modelo, cautivó al mundo del porno durante los cinco años en que estuvo en activo pese a los numerosos problemas personales que padeció. En total, participó en unas 80 películas y en algunas de ellas tiene escenas que todavía permanecen en la memoria de los buenos aficionados al porno clásico.

Sin embargo, a medida que su fama crecía, Aja fue aficionándose peligrosamente a la heroína. En 1989, al marchar a Australia a rodar una serie de películas para el director John T. Bone, recurrió a la metadona para evitar ser detenida con droga a su llegada a Oceanía. Este hecho la animó, gracias a los consejos de Bone, a someterse a un programa de rehabilitación que la desengancharía definitivamente de la droga un año después. Pese a quedar limpia de su adicción, la carrera cinematográfica de Aja no volvería nunca a alcanzar su cénit, en parte por los periodos en que la propia actriz decidió retirarse voluntariamente para trabajar como stripper y en parte porque ejerció como preparadora física en diversos gimnasios californianos. Retirada oficialmente en 1992, solo volvió al porno cuatro años después para protagonizar algunas películas de baja calidad, aunque en ese cuatrienio se la puede ver esporádicamente en alguna cinta.

Un año después de su retorno, decidió dedicarse a la producción a través de su propia compañía, Pleasure Dome Productions, que acabó por extinguirse en 2005. Aja marchó entonces a México en compañía de su marido John Emert y, un año después, moriría allí el 18 de septiembre de 2006 en circunstancias nunca aclaradas y que generaron todo tipo de rumores: desde que había sido asesinada por su propio marido hasta que su óbito se debió a una sobredosis provocada por haber retomado su hábito de inyectarse heroína.

Deja un comentario