Flesh & Fantasy

Trece años después de su obra maestra, la pesimista «El diablo en la señorita Jones», Gerard Damiano volvió a visitar el infierno con su cine, aunque esta vez en clave de comedia y de la mano de un divertido Ron Jeremy que vende su alma al diablo para gozar del sexo.

Flesh & Fantasy. EEUU. 1986.

Actores: Ron Jeremy, David Scott, Taija Rae, Scarlett Scharleau, Sarah Bernard, Sharon Kane, Marita Ekberg, Satin Summer, Tasha Voux.

Producción: Gerard Damiano.

Dirección: Gerard Damiano.

Pasados sus años de esplendor, cuando pretendía erigirse como un verdadero «autor» en el cine X, Gerard Damiano sobrevivió en los 80 con la añoranza de que cualquier tiempo pasado había sido mejor. Su personal manera de entender el porno exigía la utilización del soporte de cine como condición indispensable para construir imaginativas historias en las que el sexo estuviera presente, aunque tuviera que abandonar las ambiciones artísticas de sus primeros filmes, convertidos en clásicos con el tiempo.

Pero Damiano conservaba en la recámara un particular pesimismo vital que, escondido en un tono de comedia, seguía haciendo de su cine un vehículo indispensable para entender el sexo más allá de un simple ejercicio gimnástico. Sobre esa base, Damiano volvió sus ojos hacia uno de los tópicos más exitosos de sus tiempos gloriosos para, revirtiendo el papel de protagonista, ofrecer una dimensión diferente a su amargada visión del infierno en la tierra. «Flesh & Fantasy» comienza de manera similar, al menos temáticamente, que «El diablo en la señorita Jones», pero en lugar del lirismo del suicidio de Georgina Spelvin dentro de una bañera aquí hay comedia pura y dura, con un Ron Jeremy cenizo y poco diestro en cumplir su siniestro destino.

Con el tono de autoparodia bien delimitado, «Flesh & Fantasy» revisa, trece años después de la tormentosa travesía de la señorita Jones, la relación del sexo con el infierno, en un divertido juego que tiene más de mágico que de trágico. El protagonista (también llamado señor Jones) sólo tiene que pronunciar una palabras mágicas («¡arriba polla!») para tener a su disposición los placeres carnales apetecibles, mientras discute con el enviado diabólico sobre los pormenores de su condenación. Y, saciado de tanto sexo, encontrará el infierno de la misma manera que su homónima años ha: con la ausencia del sexo.

«Flesh & Fantasy» entusiasmará a todos aquellos que encontraron excesivamente negra la visión del mundo de la señorita Jones, pues aquí el sexo nunca tiene ese rictus pesimista que se adivinaba en el clásico de Damiano. Contiene magníficas escenas de sexo (sobre todo la protagonizada por una impagable Taija Rae) y propone un simpático entretenimiento para olvidar que, como dijo Sartre, el infierno son los otros.

EL PORNO EN EL INFIERNO

Debe de ser por la tradición cristiana que sitúa en el infierno el feudo de lo prohibido, pero el caso es que el Reino de las Tinieblas es el tema fundamental en la historia del porno desde su legalización a principios de los 70. Lo era en «El diablo en la señorita Jones», la primera película que relacionaba los dominios del diablo con el sexo, y todas sus secuelas, cada vez más abigarradas en la visión del universo satánico. Lo fue en «Bajada al infierno», una de las películas más personales del italiano Mario Salieri con una Zara Whites condenada a vagar por una Divina Comedia sexual, y lo han sido las últimas versiones que del mito de Fausto ha ofrecido el porno europeo más reciente: la de José María Ponce basada en el personaje de Goethe y la inédita del mismo Salieri con la obra teatral de Christopher Marlowe como referente literario.

RON JEREMY

Cómo un tipo gordinflón y cubierto de pelos por todo su cuerpo ha podido convertirse en uno de los actores más conocidos de la historia del cine X es una irónica pregunta que sólo tiene respuesta en la personalidad de Ron Jeremy. Con su físico antagónico con el prototipo convencional del actor porno, Jeremy ha sobrevivido a generaciones de figurines de gimnasio a base de simpatía, carácter y fiabilidad. De todo ello hay en su encarnación del señor Jones en este «Flesh & Fantasy», donde el orondo neoyorkino ofrece sus mejores registros como actor de comedia. Pero, sobre todo, hay un carisma que ha hecho de Ron Jeremy un personaje emblemático en la California de las estrellas: mantiene una buena relación con muchos actores de cine convencional, ha aparecido en diversas películas de Hollywood y es, probablemente, el actor en activo más respetado por la industria.

Publicado en Interviu en mayo de 2002.

Deja un comentario